La crisis del coronavirus ha puesto en boga a la educación online. El modelo de enseñanza también conocido como e-learning ofrece ventajas como, por ejemplo, la posibilidad de estudiar al ritmo del propio estudiante, mezclar los estudios con la oportunidad de trabajar, dejar de gastar en traslados, así como también incrementar las capacidades tecnológicas de los estudiantes.
No obstante, la mayoría de los mexicanos se encuentra tan habituada a las clases presenciales que el paso a las clases virtuales nos sigue despertando la inquietud acerca de cuál es mejor método de enseñanza- aprendizaje con el que se cuenta: el modelo presencial o el modelo virtual.
¿Un modelo didáctico para todos?
Es una cuestión que depende en gran medida de la manera de ser de cada estudiante. Los estudios a distancia ofrecen ventajas en flexibilidad y seguridad sanitaria que no deben ser confundidos con sencillez o facilidad para el aprendizaje. En general quienes se dediquen a las clases online deben de tener disciplina de estudio y una optima gestión del tiempo.
¿México está listo para el e-learning?
La pandemia del coronavirus ha expuesto las fortalezas y debilidades de la nación mexicana para ofrecer a la población las herramientas y recursos necesarios para los estudios online. De entrada se requiere el acceso a una eficiente red de conectividad y una infraestructura tecnológica suficiente para los alumnos y el profesorado. Es cierto que el 88 por ciento de los mexicanos tiene conectividad, pero ello no implica que todos los estudiantes tengan los recursos necesarios para aplicarse en sus estudios virtuales.