Vale la pena acondicionar un entorno de oficina en casa para desarrollar nuestras actividades de tele-trabajo. De ese modo se podrán realizar las actividades productivas que se tengan con un mejor rendimiento y con una mayor comodidad. Eso es preciso para que las dinámicas de la vida hogareña no se mezclen con el trabajo en línea y se presenten obstáculos para conseguir las metas preestablecidas.
De inicio, hay que identificar lo que realmente se necesita para el trabajo online y que sea lo único que permanezca a la mano.
Los espacios que se encuentran saturados de objetos producen una especie de “ruido” desde el momento en que uno se acerca, así que no son nada positivo para comenzar la jornada de trabajo con la debida claridad mental que se requiere.
Vale la pena aprovechar este periodo que el teletrabajo es tan valioso, por la emergencia del coronavirus, para organizar nuestro espacio laboral de la mejor manera posible.
Las idea es recrear en el hogar una zona para el teletrabajo parecida a la que se tendría al trabajar en la oficina.
Es básico organizar nuestro escritorio de acuerdo con las prioridades de trabajo que se tengan y retirar aquellas cosas que no agilicen las tareas laborales o que nos distraigan.
También es importante hacer una separación de los dispositivos electrónicos que tengamos y de los accesorios que incluyan.
Se trata de equipo que suelen ocupar demasiado espacio en el escritorio y que pueden provocar el extravío de alguna memoria usb, tarjeta sd o documento que necesitemos para el trabajo.
Hay que destinar un cajón especial para colocar estos objetos tecnológicos.