Bacalar, el encantador pueblo mágico del Caribe mexicano, se enfrentó al desafío del huracán Beryl con fortaleza, resultando en mínimos daños y permitiendo que la afluencia turística continuara sin interrupciones. Esta resistencia no solo preservó la belleza natural de la región, sino que también revitalizó la economía local al ofrecer nuevas oportunidades de empleo y